Es un bread and breakfasts con espacios comunes y zona al aire libre acogedora. Está ubicado en el pueblo de Santa Elena muy próximo a restaurantes, supermercado y banco. Las instalaciones están cuidadas y muy limpias. Nuestra habitación contaba con baño privado lo que hizo más confortable la estancia. El desayuno es completo. La atención de Ro es lo que hace especial a este hotel, es el alma del lugar. Él fue quien coordinó nuestras actividades de aventura y visita al parque.
No hay palabras que definan lo horrorosa e incómoda situación que viví en este lugar hoy. Anoche un perrito de la calle estaba literalmente muriéndose de frío y todo mojado en la entrada de mi cabina. Como había llovido tanto y toda mi ropa estaba mojada, le puse el tapete y un paño que me encontré en la habitación para que pasara la noche calientito mientras veíamos que hacer con él al día siguiente. Pues al día siguiente voy y hablo con el hombre de la recepción acerca del perrito y de qué forma podía contribuir a que estuviera bien, a comprarle una camita o lo que necesitara y no sólo no me ofreció una solución sino que me prohibió ayudar al perro mientras estuviera en sus cabinas porque "tener animales da muy mala impresión en un hotel". Muy contrariada, fui a desayunar (un desayuno espantoso que me costó comer). Cuando salía y pasé por la recepción el tipo me llama y me regaña por haber permitido que el perro durmiera en su tapete y por haber cometido el sacrilegio de usar uno de los paños para cobijarlo. Posiblemente hice mal en usar las cosas del hotel, y yo ofrecí pagarle el tapete y el paño al precio que él mismo me dijera, sin embargo, el tipo seguía regañándome y tratándome de todas las maneras en las que uno No debe tratar a un cliente. Siguió tratándome mal por todo el tiempo que pudo hasta que yo me retiré porque no me iba a rebajar a discutir con él. La situación del perrito la estoy llevando con una asociación de rescate y les recomiendo que NUNCA pongan un pie en Cabinas Vista al Golfo. Tratan mal y muy irrespetuosamente a los clientes y prefieren ver a un perro morir de frío que hacer algo al respecto.…
Irresponsables, negligentes, groseros. Hay muchísimas más opciones en la zona, si usted tiene un poco de respeto por la vida no se acerque a este lugar. Tienen un perro de la calle durmiendo fuera de una habitación, duerme en una esquina directamente en el piso. Les ofrecimos una cama que compramos para que al menos el perro no pase frío durmiendo en el suelo, pero se negaron, porque consideran que les daría mala fama... pues bien, prefieren tener al pobre animal muerto de frío fuera de la habitación, no sé que fama les puede dar eso...
MUy bellas cabinas y el lugar muy tranquilo, La pasamos de lo mejor en cabinas vista al golfo, El cual le hace honor al nombre, pues la vista al golfo es preciosa, Las habitaciones muy limpias y muy tranquilas.
Soy guía y me acerqué a la recepción acompañando a dos clientes que habían reservado este hotel con la intención de reservar una habitación para mi, mientras esperaba para que mis clientes hicieran el check-in para luego solicitar mi habitación me llevé la sorpresa de que la señora que estaba en la recepción me solicitó muy groseramente que saliera del hotel pues no podía estar ni siquiera en la recepción, a pesar que le indiqué que venia acompañando a mis clientes, por supuesto que ni siquiera le pregunté si tenía alguna habitación disponible después de recibir semejante trato y mucho menos pensar en recomendarles. Al parecer los costarricenses no somos bienvenidos en este lugar.
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