Es la segunda vez que nos alojamos en Melia Salinas, al igual que la primera vez que fue en Julio de 2018, pienso que la experiencia gastronomica podria ser mucho mejor, ya que al ser el restaurante principal un Buffet, si no quieres almorzar cada dia Hambuguesa o Snacks, debes acudir allí, y bueno, pues en fin, muy mejorable. Desde que no haya lugar para dejar los Cucharones de la sopa, lo que hace que todos dejemos dentro de la sopera y sea IMPOSIBLE poder servirse una Sopa, pasando por que los platos calientes, o hay mucho en un punto y el resto no tiene, o no hay en ningún punto, y bueno, luego el poder cogerlos son que te escaldes... sin olvidar que, las noches tematicas, no están muy bien diseñadas, si pensamos en la Mexicana, dejar que las personas se hagan sus Tacos, hace que al final todo sea un "horror" el puesto, o la niche "Japonesa"...pues lo mismo. Pero a ver, que la idea es buena, el problema está en la ejecución de la misma. Por lo demás, en THE LEVEL la habitación bien, la zona LEVEL bien, tranquila, que es lo que deseas cuando contratas este servicio. Imagino que con la remodelación cuando se convierta en un Paradisus, seguro la experiencia será mejor, pero OJO, hará falta una muy buena formación al equipo, que al final, es lo que hace que la experiencia del huesped sea lo mejor por sible.…
Nos gustó muchísimo el hotel por su originalidad teniendo en su interior los jardines tan bien diseñados y cuidados .Está bien situado, zona tranquila y a un paso, el pueblo marinero con comercios y restauración Muy bonita la piscina diseñada por César Manrique y muy agradable la climatizada en zona Level La comida rica, variada y bien presentada en ambos restaurantes y lo mas sobresaliente, el equipo de personal del hotel. Gracias por su amabilidad y dedicación .
El Hotel todo muy bien. El personal del Hotel muy amable! Sobre todo Eduardo, el camarero. Lo único que me ha molestado es que siempre faltará cucharillas para el café por la mañana... Nunca lo reponian(pienso que falta personal para atender mucha gente. No es que no lo re ponían porque no quisiesen)... Pero ese detalle me molesto. Sería aconsejable poner una cucharilla en la mesa directamente como hacen en muchos hoteles. Mi consejo claro. Lo demás un 10!
La verdad es que no se por donde empezar… quizás por el final… hoy en el desayuno había cucarachas en el comedor… si eso lo ves, que será lo que no ves. El descanso muy malo, nos quedamos en una de las mejores habitaciones del hotel una Grand Suite The Level, se escuchaba toda la noche el Ruido del motor en off del aire acondicionado, a pesar de estar apagado el ruido era horrible, todos los días me desperté con dolor de cabeza, además de tener dos camas separadas, una de ella cojas, una habitación de esa categoría debe tener una Cama King size… en esto de no poder descansar es importante señalar que si querías hueco en la Piscina de César Manrique debías bajar a reservar hamaca a las 7:30 de la mañana, como muy tarde… pero no te preocupes que si te quedas dormido a las 9:30 te tocan la puerta para limpiar, terrible!!! Entre que el ruido del bar y la música termina cerca de las 23:30/24:00, el motor de la habitación, la cama coja y el madrugón para reservar hamaca… vas todo el día con ojeras… Otro asunto es el minibar, ni en una sola ocasión lo repusieron de forma completa y el sábado y domingo ni pasaron a dejar agua… en dos ocasiones tuve que rogar chocolate, hasta que decidí que no me quejaría mas, muy amables atienden tus peticiones, pero no te solucionan nada, no solucionaron el ruido de la habitación, no solventaron la reposición del minibar. Seguimos con el mal ambiente laboral que los empleados trasmitían, que si estaban reventados, que si no tenían personal suficiente, discusiones entre los planchistas en plena cena el 27 de Julio, los camareros reprendiendo a los compañeros nuevos delante de los clientes… muy incómodo todo. La verdad es que no ha sido una experiencia para repetir ni para recomendar… Saludos de la habitación 238!!…
Hemos estado de vacaciones durante 10 días, los primeros cinco bastante bien, el personal muy atento, pero el resto de los días, había más gente y no tienen personal suficiente, ni camareros ni gente para hacer las habitaciones, alguna noche no había ni mesas suficientes para ver el concierto de la noche, nos teníamos que sentar en las hamacas y los camareros allí no atendían. Otro fallo es que no te dan picnic si lo pides, la razón fue el COVID, cuando ahora ya no hay restricciones de ningún tipo y cuando tu vas al bufet y coges la comida sin mascarilla, nadie la lleva… Y por último, que no disponen de habitaciones de cortesía, también por el COVID…. Una estancia agradable pero para ser un hotel cinco estrellas gran lujo, algo le falla y le falta…. Me pensaré el volver a un Meliá.…
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