Sentir q estábamos en un sueño. Desde el paisaje que lo acompaña, el hotel es un preciosura, están en todos los detalles. El loft es increíble, no se puede explicar dormís mirando las estrellas,sino qué hay q vivirlo estar ahí para sentir y ver lo q es ese lugar. Todos los loft tienen vista a las montañas y la verdad q estaba todo impecable. La atención de todos, Felipe, Roberto, las chicas y el asador q no recuerdo el nombre nos hicieron sentir entre amigos. La cena y el desayuno muy rico y cada comida es con esa vista impactante, la música, todo está pensado para que uno se sienta en un sueño. Cada comida es en una mesa larga en donde todos compartimos y sentis q estás entre amigos. Luego prendieron el fogón en donde escuchábamos música y deleitábamos un buen vino. Están constantemente fijándose que necesitamos y hacernos sentir súper comodos. El que pueda vivir esta experiencia , háganla. Pronto volveremos con mi esposo.…
Excelente por donde lo vea. La única crítica que le haría son los tiempos y contenido del desayuno. Te traen las cosas muy a destiempo. Faltaría alguito de pastelería básica. Los loft increibles,despertar ahí es un sueño. Las cenas es una muy buena opción dado que esta muy lejos de todo y llegar de noche no lo recomendaría. Los precios de la cena son razonables. Todos los empleados muy atentos y el encargado Roberto muy atento a todo.
Este es un lugar increíblemente hermoso. Los propietarios y el personal son muy generosos. Si este hotel estuviera en América del Norte, sería el triple del precio. La noche que estuvimos allí tenían entretenimiento en vivo en la forma de un guitarrista/cantante que fue fantástico: todos comenzamos a bailar, se consumió mucho vino. Básicamente noche perfecta.
Nossa hospedagem no Hotel de Cielo foi mais que perfeita! A vista das montanhas é incrivelmente linda, todo o staff do hotel super educado e prestativo e o jantar é um espetáculo à parte, pois sentamos todos juntos à mesa e, à cada noite, pudemos desfrutar de boa música ao vivo. Não vejo a hora de voltar!
Lejos la mejor vista de los Andes que he visto, personal muy atento y encantador q te hacen sentir parte de la Familia, un verdadero espectáculo toda la estadía El desayuno fue perfecto y la Cena el momento más importante en el Hotel con música en vivo y mesa grande donde todos terminaron de ser amigos
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