Hotel San Roque es una magnífica elección para los viajeros que visiten Reinosa, ya que ofrece numerosos servicios diseñados para mejorar tu estancia.
Durante la estancia, disfruta de algunos de los servicios que ofrecen, como recepción abierta 24 horas,y puedes estar conectado, ya que Hotel San Roque ofrece wifi gratuito a los huéspedes. Los huéspedes también disponen de restaurante allí mismo. Para huéspedes con coche hay aparcamiento público gratuito cerca disponible.
Durante tu estancia en Reinosa, puedes probar vinoteca como Bodega Pepe el de los Vinos, que sirven fantásticos platos.
Durante tu visita, no te pierdas Iglesia de San Sebastian (0,4 km), que es una atracción popular a la que puedes llegar andando desde el hotel pequeño.
¡Disfruta de tu estancia en Reinosa!
Lugar muy bonito, habitación limpia y original de madera, en pleno invierno, excepto en la habitación frio!! En el desayuno con abrigo. Eso no es tolerable. No tiene espacios comunes sofás o cafetería para estar esperando
Nos dieron habitación en última planta, abuhardillada, con 4 camas, dos de ellas en un altillo. Camas cómodas. Todo limpio. Mucha madera. Hay que tener cuidado con la cabeza en ciertas partes de la habitación. Hotel familiar. Desayuno muy sencillo, pero rico.
Hotel bien ubicado , las habitaciones limpias y cómodas,el baño necesatariam una actualización pero cumple su ffuncion, desayuno correcto continental con un servicio más que atento. Precio acordé instalaciones y servicio. Volvería a repetir
volver. Fui con familia y amigos para visitar varios puntos de Cantabria. No podíamos creer el precio por noche más desayuno incluido que nos ofrecían. Adms hotel con encanto, con productos de baño gratuitos, ascensor, caja fuerte. No tienen parking pero solíamos encontrar aparcamiento delante o cercano. Centros comerciales, gasolineras, bares y tiendas próximos. En corazón de casco antiguo de reinosa y una vía principal de entrada. Tenían abierto comedor para los desayunos pero para las comidas remitían a otro restaurante. Habitaciones limpias y bastante silenciosas (una vez todo el mundo retirado de los pasillos) con mantas peludas amorosas en armario por si hacía frío. Cuna de viaje demasiado baja (estaría bien minicuna, sobre todo con bebés hasta un año). A pesar de visitar el norte de Cantabria y alojarnos al sur (quedando a 30-45 minutos diarios nuestros destinos del hotel que estaba cercano a Castilla y León) y de atravesar puerto y niebla habitual a pocos 8 minutos del hotel nuestros niños deseaban volver cada día. Una de las razones principales (aparte de divertirse juntos en la habitación y ver tele) eran los DESAYUNOS. Desayunos espléndidos incluidos en precio, para todos los gustos, con zumo exprimido, bollería variada, tostadas recién hechas, mural muy bonito y original, mesa reservada por habitaciones para toda la estancia y, sobre todo, la presencia de una PERSONA (creo que se llamaba Rubén). Tal era la alegría, simpatía y amabilidad de esta persona que le dije que tenía madera para animar en hospitales y, especialmente, a niños y mi hija, de 7 años, después del viaje se acordaba y quería VOLVER por él. Las personas marcan la diferencia. Y las personas mágicas más. Le deseo mucha suerte sea en el hotel o en otro lugar.…
La buena voluntad de unos pocos, no es suficiente para sacar adelante lo que está mal planteado. Es decir, el casi único personal que había resultaba muy agradable y voluntarioso, pero llegar a un hotel, esperar durante 10 min, y tutear "es que estaba en la lavandería, no puedo estar en todos los sitios" demuestra el hastío del personal y la falta de tacto con el cliente que no tiene que ser conocedor de ello. Habitaciones mejorablemente por renovar, y desayuno nada recomendable, sale mejor salir a desayunar a un bar.
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