¿Buscas donde alojarte en Reinosa? Entonces no te pierdas Villa Rosa Posada, un hotel que te acerca a lo mejor de Reinosa.
Hotel Villa Rosa Posada es un hotel con televisor de pantalla plana y mesa de escritorio en las habitaciones, y es fácil permanecer conectado durante la estancia, ya que ofrece wifi gratuito para los huéspedes.
Además, los huéspedes pueden disfrutar de piscina, lo que lo ha convertido en una opción popular entre los viajeros que visitan Reinosa. Para los huéspedes que tengan coche, hay aparcamiento público gratuito cerca disponible.
Cuando te entre hambre, no dudes en dirigirte a Braseria La Cabaña, que es un restaurante de comida italiana conocido por residentes y viajeros.
Durante tu viaje, no te olvides de ir a ver Iglesia de San Sebastian (0,8 km), una atracción muy conocida a la que puedes acceder a pie desde Villa Rosa Posada.
Estamos seguros de que disfrutarás de tu estancia en Villa Rosa Posada mientras descubres todo lo que Reinosa ofrece.
Tengo que aconsejaros el hostal por su limpieza, servicio, está cerca del centro y al mismo tiempo es tranquilo, pero sobre todo , por su personal y sobre todo Marta, te aconsejan, y te hacen sentir como en casa.
Un grato descubrimiento. Después de una dura ruta de montaña por la estación de esquí de Campoo, nos alojamos en esta bonita posada. Lo primero que nos sorprendió fue la amabilidad de los propietarios. La chica que nos atendió se ofreció a cambiarnos de habitación cuando le comentamos que nos parecia pequeña (sufro de claustrofobia). Nos dio un apartamento amplio y con terraza exterior. El desayuno, aunque simple, muy bueno, tanto el café como las tostadas caseras. Nuestra mayor sorpresa fue que la estancia incluía una hora de spa. Un enorme jacuzzi, una sauna y ducha de agua fria-caliente. Quedamos como nuevos después de tanto sufrimiento en la ruta. Es un spa privado que lo disfrutas para ti solo durante una hora. Todo ello por 95 euros para 3 personas, habitación, spa y desayuno. Totalmente recomendable.…
Preciosa posada cuidada al detalle, situada a un paso del centro de Reinosa. Estancia de fin de semana espectacular, después de un día de esquí nos relajamos en el SPA privado. La atención inmejorable, Agustín el dueño, estuvo pendiente en todo momento para que no faltara de nada. Sin duda repetiré, 100% recomendable.
Nos llaman diciendo que a las 8 se marchan y nos dejan la tarjeta de la puerta en un mueble junto a otras tarjetas de otros huéspedes no llegados aún. No hay nadie a nuestra llegada. Nadie nos informa del servicio spa o acceso a wifi. El Spa cierra a las 8 pm. La habitación muy aparente, en un sótano prácticamente sin ventana. La pintura de las paredes picadas, el baño no muy pulcro que se diga, la puerta no cerraba, y la ducha masaje rota, lo cual tampoco podíamos utilizar la opción de masaje...... no muy contentos, la verdad..... sobre todo con la visión de una escobilla sucia al lado del inodoro. El colmo ha sido el cloro del jacuzzi (por la mañana pudimos entrar) ha desteñido mi pulsera de Pandora a un color negruzco.
El peor sitio donde he estado. La habitación estaba en un bajo, repleto de humedad, tanto es así que el suelo de la habitación y el baño estaban mojados. Las paredes negras de la humedad. Telas de araña enormes en cada esquina, la habitación no se había limpiado en días. No es un lugar digno, da vergüenza que se rían de los clientes, y no es barato. 67 por una noche en semejante cuchitril. Donde esta el radiador es de pena.
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