Nuestra estancia allí ha sido un paraíso de paz y tranquilidad en un entorno increíble. El hotel tiene restaurante con productos ecológicos de su propia huerta, todo el personal es encantador y muy profesional. Especial mención a Alfonso que nos hizo muy buenas recomendaciones sobre menú y las cervezas que podían gustarnos. Desayunos exquisitos. La habitación muy amplia, superlimpia y acogedora. Repetiremos sin duda!
Estuvimos dos noches con mi familia. Para llegar es una bajada súper empinada. El hotel tiene la recepción y restaurante en un lugar y las habitaciones repartidas más lejos. La primera noche nos dieron una habitación - cabaña bastante alejada y al lado de las gallinas, se pueden imaginar el olor que había… tenía dos pisos, en el primer piso, que de altura el techo tenía como 1,80 mts, tenía una pequeña cocina y un pequeño comedor y en el segundo piso, una cama de dos plazas y un camarote. Todo muy oscuro con muchos bichos, arañas y telarañas… tanto que fuimos comprar un Raid. Estábamos afuera de la cabaña y vimos pasar un ratón! Dormimos pésimo, sintiendo bichos por todos lados. Al segundo día reclamé y nos cambiaron a una habitación que estaban detrás de la recepción, nuevas, impecables, de hotel 4-5 estrellas, otra cosa! Impecables, amplias, con vistas, todo nuevo, muy lindas! Así que cuidado con la habitación que les dan, porque es un mundo de diferencia entre unas y otras. El desayuno incluido es bien bueno, dan a escoger entre 4 opciones. La comida del restaurante es excelente, sobretodo las pizzas. La puesta de sol ahí es espectacular, va mucha gente de afuera del hotel a comer y verla. Lo que más rescato del hotel es su sustentabilidad y su permacultura. Tienen huertos donde plantan todos sus vegetales. Utilizan toda el agua que cae, reutilizan el agua, tienen centros de reciclaje, etc. Aparte es una reserva tremenda de grande, que uno puede recorrer como en 2 horas, con cascadas, unas vistas impresionantes de lindas, con miradores, jardín de hamacas, etc. Es un lugar impresionante y volvería feliz (a las habitaciones nuevas)…
Desde antes de llegar, nos ayudaba por mensajes para encontrar excursiones. Son super atentos. La reserva en si es espectacular. Mejor incluso que las fotos. Los niños disfrutaron de estar rodeados de tanta naturaleza y animales. Cuidan mucho los detalles. Sacaron nubes para tostar a fuego vivo con los niños una tarde. La visita nocturna con fue uno de los mejores momentos de todo el viaje. Los niños no lo olvidaran nunca. Aprendieron tanto junto a Eduardo. Es mucho mas que un hotel. 100% recomendable.
Llegamos a la hora del almuerzo. La comida bien, la atención no es muy adecuada, son lentos y un poco despistados. Tiene una vista al golfo espectacular y los niños pueden jugar en la zona verde. Están en construcción por lo que el ruido de los constructores es bastante.
Lugar mágico, con unas vistas inmejorables. La comida y el servicio excelente. El propietario tuvo la amabilidad de recorrer con nosotros el sendero que ofrece el hotel de manera gratuita para enseñarnos el entorno, su huerto, y la cascada cercana.
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