Las apacibles montañas verdes enmarcan playas de arena blanca y aguas cristalinas en Arraial do Cabo, cuyas raíces de pueblo pesquero ayudan a establecer un ritmo de vida tranquilo. Encontrá a los lugareños comiendo mariscos frescos (recién pescados) junto a la playa o caminando por calles sinuosas que parecen llevar a la costa.

Los manglares se combinan con playas arenosas en la relajada Maragogi, una ciudad en crecimiento en la que sus lugareños y visitantes disfrutan al dirigirse al mar para disfrutar de unas bebidas al atardecer y socializar. Los tesoros más codiciados están lejos de la costa, donde la reserva marina de Gales de Maragogi alberga estanques cristalinos, arrecifes de coral y peces coloridos.

Seis islas en los Cayos de Florida forman el pueblo de Islamorada, conocido por su excepcional pesca deportiva. Alquilá un bote o participá en una visita guiada para pescar, hacer esnórkel o nadar con animales marinos. Los mariscos frescos son el distintivo de la escena gastronómica de Islamorada. Visitá un bar temático tropical para empaparte en la experiencia de los Cayos de Florida con un trago helado. Para una dosis de cultura, disfrutá de la música y las bellas artes mientras paseás por el Morada Way Art and Cultural District.

La soleada Nápoles es un destino playero popular, sofisticado y encantador en el Golfo de México. Cuenta con gran cantidad de hoteles y resorts de primer nivel situados a lo largo de millas de playas de arena blanca. El oleaje del océano es moderado y la gente muy agradable. Los amantes de las compras pueden conseguir antigüedades, mobiliario para el hogar, ropa y joyas. Con sus preciosos barrios y su fantástica arquitectura, el ambiente de la ciudad es elegante y relajante. Los aficionados al deporte pueden pasarse el día practicando sus actividades favoritas, desde el golf al tenis pasando por la pesca. Hay restaurantes para todos los gustos y bolsillos. A pesar de tratarse de una ciudad cosmopolita y concurrida, Nápoles ofrece fácil acceso a islas solitarias y a los bosques de los Everglades.

Punta del Este es conocida como la Saint-Tropez de Uruguay gracias a sus preciosas playas, a sus sofisticados complejos turísticos y a sus ostentosas discotecas. El casino Conrad, al estilo de Las Vegas, le da todavía más vida al ocio local. Si te apetece tomarte un descanso y disfrutar de la playa y las olas, monta a caballo acompañado de un gaucho y disfruta del llano agreste que rodea la ciudad.

Gran parte del encanto de Morro de Sao Paulo reside en su mezcla de hoteles y restaurantes nuevos y modernos y de hostales y tabernas destartalados. Esta isla, de ambiente relajado y por la que no circulan coches, tiene solo una carretera y un puñado de playas. Es un lugar ideal para olvidarse de todo.