Un collage de viñedos y olivares, salpicado de pueblos blancos sobre la colina y playas bañadas por el sol, al taco sur de Italia no le faltan paisajes fotogénicos. Además, hay algunas sorpresas, como la ciudad barroca de Lecce y el Valle de Itria, con sus trullos incluidos en la lista de la UNESCO.

Bari, capital de Apulia y una de las ciudades más destacadas del sur de Italia, combina el encanto del mar con un atractivo histórico. Además de ser un importante puerto de cruceros del Mediterráneo, esta ciudad universitaria es conocida por su casco antiguo, que tiene iglesias, pintorescos patios y otras joyas ocultas.

Unas vacaciones de verano en Villasimius implican playas relajantes y una agitada vida nocturna. Túmbate al sol de día… y vete de marcha hasta el amanecer. Sin embargo, en temporada baja todo está más tranquilo, y el clima más suave es perfecto para visitar ciudades cercanas, como Cagliari.

Llamada así por los cinco pueblos de Monterosso, Vernazza, Corniglia, Manarola y Riomaggiore, este escarpado fragmento de costa de la Riviera italiana es tan hermoso que UNESCO la nombró Patrimonio Mundial. Como no se permite ir en coche, la única forma de acceder a Cinque Terre es a través de los trenes locales, por ferry o caminando por los espectaculares senderos que enlazan los pueblos. Aquí el ritmo es deliciosamente lento, y los pasatiempos principales consisten en nadar, hacer senderismo, ir a la playa, comer bien y explorar las preciosas y antiguas aldeas.

En el límite con Austria se encuentra la montaña más alta de Alemania, Zugspitze, que proporciona una increíble experiencia a los esquiadores. Dispone de casi 121 kilómetros de pista de todos los niveles de dificultad, además de 110 kilómetros de pistas para practicar el esquí de fondo, un parque todo terreno y el primer superpipe de Alemania.

Reconstruido desde los cimientos después de la Segunda Guerra Mundial, El Havre es el escaparate arquitectónico de Normandía. A diferencia de sus vecinos medievales, un diseño estilo cuadrícula hace que sea fácil pasear por el centro de esta ciudad portuaria designada por la UNESCO que se encuentra en la desembocadura del Sena.

Mirando a la espectacular y tumultuosa bahía de Fundy se encuentra St. John, una modesta ciudad que se gana a sus visitantes con impresionantes maravillas naturales, intrigantes atracciones culturales y fascinantes monumentos históricos. Algunos de los sitios que no hay que perderse son los históricos; como Loyalist House y Carleton Martello Tower; los senderos y bosques de Rockwood Park, donde también puedes visitar el zoológico Cherry Brook Zoo; o una lancha que te lleve a ver el sin igual fenómeno natural de las Reversing Falls.