A solo unos kilómetros de la frontera eslovaca, en la parte meridional central de Polonia, se encuentra Zakopane. Se trata de una ciudad turística enclavada en los montes Tatras, que recibe numerosos esquiadores en invierno y senderistas y escaladores todo el año. A finales del siglo XVIII y principios del XIX, Zakopane se convirtió en la comunidad artística más visible de Polonia, un hervidero de cultura al que puso fin la influencia soviética después de la Segunda Guerra Mundial. En la actualidad, da pie a evocar una época anterior, con sus preciosas casas de madera. Podrás conocerlo todo sobre estos edificios y otros temas en el Museo del Estilo de Zakopane.

Además de ser el escenario de la “corrida de toros” anual, Pamplona ofrece una excelente muestra de la región norteña de Navarra, España. Los muros medievales rodean un casco antiguo que se puede recorrer a pie, donde los bares de tapas estilo vasco se codean con catedrales góticas y abundantes espacios verdes.

Corralejo es el mayor núcleo turístico de Fuerteventura. La playa del lugar, con sus tranquilas aguas, es ideal para familias, pero si te gusta practicar el windsurf o el kitesurf, prueba en la “Flag Beach” o la “Glass Beach”, que son más ventosas. Otras actividades que gozan de popularidad son el buceo, la pesca y las visitas a islas cercanas.

Deslumbrantes casinos y hoteles de primer nivel te esperan en Macao, una excolonia portuguesa que es ahora una región administrativa especial de la República Popular China. Los viajeros aman la manera en que Macao combina el glamour de Las Vegas con una fascinante historia. Entre los mejores lugares para explorar se encuentran: Las ruinas de San Pablo, la fachada de una iglesia católica del siglo XVI que es ahora patrimonio mundial de la UNESCO, y la Fortaleza de Guía.

Conocida como la "isla de los colores" por las tonalidades de piedras preciosas de sus aguas y por sus edificios pintados con vivos colores primarios, la isla de Milo es como una herradura que flota serena en el mar Egeo. Aquí fue donde se descubrió la famosa Venus de Milo. Aunque la estatua se encuentra ahora en el Louvre, Milos cuenta con otras bellezas dignas de admiración. Cuenta con decenas de playas, todas ellas con distintos colores y combinaciones de arena, piedras y conchas. Explora el antiguo teatro, las catacumbas y los molinos del pueblo de Tripiti, y termina el día con una puesta de sol de película.

La ciudad de Bled es el lugar turístico más popular de toda Eslovenia, y es fácil entender por qué: con su lago verde esmeralda, la iglesia en la isla, el castillo medieval en lo alto de un acantilado y las montañas como telón de fondo, parece sacado de una postal. En un día despejado se puede divisar el monte Stol y la cumbre más alta de Eslovenia, el monte Triglav, en la distancia. Deberías visitar este mágico lugar al menos una vez… no te arrepentirías.

Una pujante ciudad desde los tiempos de la Edad Media, la próspera Berna es un lugar que aglutina a muchos viajeros atraídos por sus museos y colecciones de arte. Bernmobil es el servicio de transportes de la ciudad. La tarjeta de transporte llamada BernCard se puede utilizar en los tranvías y autobuses que operan en la ciudad. Existe también la posibilidad de desplazarse mediante un servicio gratuito de bicicletas. En el Museo Histórico y en la Colección del Museo de Bellas Artes de Berna se exhiben muestras de arte y arquitectura milenarias. La casa de Einstein y el Centro Paul Klee muestran el trabajo de dos ilustres habitantes de la ciudad.