La naturaleza constituye una gran parte de Boise, Idaho. Las Montañas Rocosas cubiertas de nieve sirven como telón de fondo, el río Boise y sus caminos por la orilla serpentean a través de la ciudad y las zonas para esquiar están a tan sólo un pequeño paseo en coche. Los variados museos de Boise incluyen el Museo de historia de Idaho, el Museo de arte de Boise, el Museo Vasco, así como el Centro Cultural y el museo interactivo Discovery de Idaho. Entre las atracciones únicas se incluyen la antigua penitenciaría y el histórico pueblo de los colonizadores. El casco antiguo de Boise ofrece lugares de compras, cena, cultura y vida nocturna.

En Nuevo Nayarit, puedes descansar en las playas de arena dorada de la bahía de Banderas o hacer un tour en quad por la cercana selva de Sierra Madre. Un parque acuático local cuenta con grandes toboganes serpenteantes y espectáculos de leones marinos, entre otras atracciones. También podrías regalar a los niños un baño memorable con delfines (será un capítulo maravilloso para añadir a “Lo que hice durante las vacaciones de verano”).

Traverse City, un destino ideal para cualquier estación del año, es famosa por su gastronomía, por sus vinos y por su cultura. Cuenta con kilómetros y kilómetros de playas de arena, incluyendo el parque natural Sleeping Bear Dunes National Lakeshore, con un montón de faros y pueblos costeros. El paisaje ha sido esculpido por glaciares y está salpicado de viñedos y más de 20 campos de golf. La natación, la vela, el senderismo, jugar al paddle... son sólo algunas de las actividades que se pueden practicar en verano; mientras que en invierno, los amantes del esquí disfrutarán al máximo.

Buffalo está renaciendo como la meca del arte, la arquitectura, la historia, la cultura, las comidas y el entretenimiento. Experimentá el sensacional complejo de la casa de Darwin Martin de Frank Lloyd Wright y arte moderno de primer nivel en la galería de arte Albright-Knox. Reviví parte de la increíble historia de la ciudad en el nuevo sitio histórico nacional Theodore Roosevelt. Explorá la zona que emerge a orillas del canal, el pueblo de moda Elmwood Village, más de 400 restaurantes de dueños independientes (que sirven nuestras famosas alitas de pollo y más) y las cercanas Cataratas del Niágara.

Con alrededor de 4 km de espectaculares playas, un puerto deportivo emblemático y una increíbles vistas al mar, Lauderdale by the Sea es una pequeña comunidad que atrae a visitantes de todo el mundo. Aunque sus edificios de escasa altura y la arquitectura moderna de mediados de siglo de la zona céntrica siguen rezumando el encanto natural de la antigua Florida, en la actualidad, su conexión con el mar está más que presente: la mayoría de hoteles, restaurantes y tiendas están situados a solo unos minutos del parque Anglin’s Square, un agradable espacio de encuentro frente al océano.

Cuanto más te alejes de los muelles concurridos del Gran Caimán, más paz y tranquilidad encontrarás. En Stingray City (de hecho, un banco de arena), las rayas nadan junto a vos en las aguas tranquilas. Cerca de la ciudad, los viajeros encuentran algunos de los mejores servicios de spa y masaje de cualquier lugar del Caribe.