La pintoresca costa de Laguna Beach se enorgullece de su actitud tranquila y de su sentimiento artístico. Focas, leones marinos, delfines y gente se sienten atraídos por igual por las recónditas cuevas que pueblan los casi diez quilómetros de costa. Las estrictas prohibiciones hacen que las embarcaciones no se acerquen a las playas.

Arlington es el hogar de los Rangers de Texas y también de los Cowboys de Dallas. Esta ciudad se encuentra a mitad de camino entre Dallas y Fort Worth; hace ya un tiempo que allí se realizan los partidos de béisbol de los Rangers, y ahora también los de fútbol americano de los Cowboys. La sede de este último equipo es una estructura de última generación, el estadio más grande del mundo con techo en forma de domo. Los visitantes que busquen otro tipo de aventura pueden disfrutar del original parque acuático Six Flags Over Texas y Hurricane Harbor, como también de las compras, el golf y la vida nocturna. Arlington también ofrece una cultura vibrante con música en vivo, sinfonías, museos y teatro.

En Nuevo Nayarit, puedes descansar en las playas de arena dorada de la bahía de Banderas o hacer un tour en quad por la cercana selva de Sierra Madre. Un parque acuático local cuenta con grandes toboganes serpenteantes y espectáculos de leones marinos, entre otras atracciones. También podrías regalar a los niños un baño memorable con delfines (será un capítulo maravilloso para añadir a “Lo que hice durante las vacaciones de verano”).

Antigua residencia de tres padres fundadores de América, y actual sede de la Universidad de Virginia, la ciudad de charlottesville, en Virginia, está cuajada de signos de reconocimiento de su historia y vigor intelectual. Visite el campus de la universidad y pasee a través de las verdes alamedas y grandiosos edificios diseñados por Thomas Jefferson, o eche un vistazo a la residencia de estudiantes que en su día ocupó Edgar Allen Poe. Las magníficas residencias de los primeros presidentes americanos, Monroe, Jefferson y Madison, también están abiertas al público.

Conquistar Nueva York en una visita es imposible. Por eso, visitá lo imperdible: el edificio Empire State, la Estatua de la Libertad, el Central Park, el Museo de Arte Metropolitano; y luego explorá lo menos conocido con visitas a The Cloisters o a una de las bibliotecas de la ciudad. Disfrutá de las tiendas bohemias del West Village o la fina gastronomía del Upper West Side. El bullicioso mercado de la estación Grand Central te da un sabor literal de lo mejor que la ciudad tiene para ofrecer.

Esta pequeña isla encerrada por una barrera triangular de arrecifes ostenta increíbles lagunas. Relajate con un picnic íntimo en la playa de alabastro de una de las islas más pequeñas, desiertas y contorneadas por palmeras que se balancean de Aitutaki. Aunque tenga una belleza deslumbrante, Aitutaki (todavía) no está repleta de turistas porque es relativamente difícil llegar al lugar. Para vacacionar en una playa apartada, Aitutaki es un destino excepcional, especialmente para aquellos que buscan un ambiente romántico sin precedentes.