Parte del archipiélago maltés, Gozo es la segunda más grande de la cadena de siete islas y disfruta del sol en el Mediterráneo frente a la costa de Sicilia. Más rural que su isla hermana, Malta, Gozo tiene una población de 31 000 habitantes. Hogar de algunas de las más antiguas estructuras religiosas en el mundo, los fascinantes templos de Ggantija, la isla ofrece impresionantes arenas rojas y naranjas, y aguas ideales para practicar snorkeling en Bahía Ramla. Autobuses desvencijados van de un lado a otro en los caminos de Gozo, permitiendo que moverse por la isla sea un componente emocionante de tu viaje.

No importa si es de día o de noche, el pueblo resort de Sliema vibra de movimiento. Catedrales históricas, atalayas y fortalezas salpican la zona, mientras que los lugareños que viven cerca del mar hacen compras, cenan, van de bar en bar y caminan por el paseo peatonal para disfrutar de la vista del centelleante Mediterráneo.

La isla de Malta, una de las tres principales del archipiélago maltés, es la mayor de la cadena. Su capital, Valletta, una animada y bulliciosa ciudad con numerosos edificios del siglo XVI, está repleta de catedrales, palacios y fuertes. Su impresionante puerto hace que la llegada sea impresionante. La principal atracción arqueológica son las ruinas del templo Hypogeum, designadas por la UNESCO, una macabra necrópolis subterránea de 500m2 y el único templo prehistórico subterráneo del mundo.

Los museos de Lisboa celebran la riqueza de la historia y la cultura de esta ciudad capital portuguesa. El Museo Marítimo es perfecto para los niños (¡y los adultos!) que gustan de las cosas náuticas, mientras que la Casa-Museu Dr. Anastácio Gonçalves es una gema oculta de coloridas obras de arte. Para apreciar completamente la espectacular arquitectura en piedra de la ciudad, podés hacer un tour guiado a pie o personalizar tu propio tour, asegurándote de visitar Padrao dos Descobrimentos, el Mosteiro dos Jeronimos y la Torre de Belem, declarada patrimonio de la humanidad por la UNESCO.

Medina, una de las ciudades más sagradas del Islam, es una extensión de alminares y tiendas que se envuelven alrededor del punto central: la Mezquita del Profeta. Tal como el resto del centro de Medina, es solo para los musulmanes, y está rodeada de muchos hoteles y comedores que dan la bienvenida a la multitud de peregrinos.