A medio camino entre San Francisco y Los Ángeles, San Luis Obispo puede ser un lugar relajante para hacer una escapada o un centro de actividad bulliciosa. Para disfrutar de ratos tranquilos, prepara algo de comer y acércate a una de sus muchas bodegas o coge el coche para ir a la playa a darte un baño. Si quieres conocer un poco de la historia de la zona, visita la misión de San Luis Obispo de Tolosa, en el corazón de la ciudad. A los niños les encantará el Children’s Museum o el parque de skate. No dejes de pasear por las orillas del río en el centro de la ciudad, donde encontrarás cervecerías, vinotecas, restaurantes y tiendas para todos los gustos.

Monterrey ofrece gran cantidad de atracciones históricas, desde la Cannery Row hasta su famoso acuario. Esta increíble franja de costa ofrece multitud de actividades, además de ofrecer delicias marinas, florales y vitícolas. Las compañías Monterrey-Salinas Transit y Amtrak se ocupan cómodamente de su transporte. Poblaciones llenas de encanto, campos de golf de primera categoría y hoteles idílicos que bordean el brillante océano Pacífico. Tanto si busca calma como si le atrae más el bullicio, la península de Monterrey lo tiene todo.

Sevierville, Tennessee, se encuentra en el lado este del estado. La ciudad se asienta en las laderas de las Grandes Montañas Humeantes (Great Smokey Mountains), aproximadamente a 16 kilómetros al norte del parque. Hay muchísimas actividades al aire libre como cabalgatas y las Cavernas Prohibidas (Forbidden Caverns) para los más chicos. Además, esta singular y tranquila ciudad es famosa por ser el lugar donde nació Dolly Parton y por sus outlets y restaurantes sobre la autopista.   

Vibrante y llena de mansiones victorianas, la agitada y bulliciosa capital de Costa Rica se construyó de las ganancias del comercio del café, y las plantaciones en funcionamiento de “granos de oro” siguen rodeando la ciudad. Probá los granos locales recién tostados del Mercado Central. Si querés ver un oro más brillante, visitá el Museo del Oro. Muchos sitios históricos se renovaron y ahora albergan hoteles elegantes. La vida nocturna se concentra en El Pueblo, ciudad inspirada en pueblos españoles considerada un epicentro en lugar de un destino. No te pierdas el elegante Teatro Nacional de 1897.