Una ciudad atrapada en el tiempo, la Habana captura la imaginación como ninguna otra. El desteñido glamour se une con la minuciosa reconstrucción de la era colonial con un fondo de irresistible color. Recorré El Malecón, el paseo de la costa; visitá la Habana Vieja y la Catedral de San Cristóbal y disfrutá de la música salsa, los bazares al aire libre y las fiestas que duran toda la noche.

La ciudad de México, que surge de las ruinas de la capital Azteca, Tenochtitlan, ofrece una combinación única de vida contemporánea y preservación histórica. Los museos, restaurantes y parques de primer nivel compiten con los remanentes de varias culturas. Por más que no sea tu estilo de viaje, no podés dejar de lado la vida nocturna, los centros comerciales y la historia.

A la orilla de Miami Beach, el viajero puede nadar, hacer surf e ir en moto acuática por las cristalinas y cálidas aguas atlánticas. También se puede dormitar en la blanca arena, broncearse o sencillamente observar a la gente de buen ver (especialmente en South Beach, favorita entre los famosos y los modelos).

Todos deben haber escuchado que todo es más grande en Texas. Bueno, Dallas hace todo lo posible para cumplir esa promesa. Vas a encontrar varios museos con amplias colecciones de arte y fascinantes museos especializados, como el Sixth Floor Museum/Texas School Book Depository, que, si bien es chico, ofrece una inmensa cantidad de información sobre el asesinato de John F. Kennedy. Y, por supuesto, visitá una parrilla local para disfrutar de una increíble (y gran) comida.

El Jardín Botánico de Curitiba de inspiración francesa es una de las atracciones más populares de la ciudad brasileña; sus coloridas flores, estanques, caminos y su invernadero estilo art nouveau crean un país de hadas aromático. Después de un paseo floral, continuá explorando los encantadores paisajes de Curitiba en el Parque Estadual de Vila Velha y el Parque Tanguá. Visitá el Museu Oscar Niemeyer, una celebración de llamativas obras de arte abstracto del arquitecto, luego disfrutá de una función en la maravillosa Ópera de Arame, construida para que parezca que está hecha de alambres.

La cuna del tango es, como la danza en sí, cautivante, seductora y bulliciosa con vibrante energía. Los antiguos barrios evocadores están repletos de restaurantes románticos y emocionante vida nocturna, y la herencia europea es evidente en la arquitectura de Buenos Aires, en sus bulevares y en sus parques. El Café Tortoni, el bar más antiguo de la ciudad, te transportará a 1858, y el sensacional Teatro Colón sigue causando el mismo efecto en el espectador que en 1908. La capital de las compras de Latinoamérica ofrece la promesa de una lujosa terapia de compras por sus amplios bulevares.

Florianópolis fue apodada por la revista brasilera semanal Veja como “el mejor lugar para vivir en Brasil”, así que es totalmente natural que los turistas quieran comprobarlo también. Y sí que lo hacen. Florianópolis es un destino floreciente por sus perfectas playas, excelente surf, magníficos mariscos y la yuxtaposición de una megaciudad moderna con la fortaleza colonial del siglo XVI y tranquilos mercados y parques.

Con algunas de las mejores playas de América, Clearwater es un destino vacacional estupendo para familias. Por supuesto, está en Florida pero no es el Gigante Roedor de Florida (también llamado Orlando) o la Florida para escapadas locas de primavera (Fort Lauderdale). Más bien es la tranquila y antigua Florida… que vale la pena ver. Ah, el tiempo es fabuloso.

Vail, que cuenta con la estación de esquí más grande y popular de América del Norte, es un pueblo alpino situado en el corazón de las Montañas Rocosas. Durante años fue el lugar preferido de famosos y esquiadores serios, pero ahora Vail es muy popular entre gente más joven aficionada al snowboard. A pesar de que el esquí es el deporte rey tanto en Vail como en Blue Sky Basin, la esplendorosa amplitud de la zona resulta perfecta para caminar, ir en bicicleta, pasear en motonieve o disfrutar de sus paisajes en cualquier época del año.

El cerro Aconcagua, la cumbre más alta del hemisferio occidental, domina esta tranquila capital, que comparte nombre con la provincia de Cuyo, en la que reside. Aunque atrae a un buen número de viajeros en busca de aventura, maravillados por las oportunidades de practicar alpinismo, senderismo y rafting a poca distancia en coche del centro, Mendoza también es querida por los enófilos que van a degustar sus caldos, especialmente el Malbec. Las visitas y las catas en los más de mil viñedos de la zona son una de las principales atracciones de la región.