La localidad siempre ha estado muy vinculada a la pesca y al comercio, pero sin duda la importancia del turismo queda patente desde el siglo XVIII. ¿Será por gozar del mejor clima de todo Reino Unido? Bromas aparte, en el municipio se celebran más de 200 eventos al año: festivales pirotécnicos, voleibol, balonmano, un carnaval anual que congrega a 70.000 personas…

El centro histórico de Caen; con sus monumentos medievales, sus iglesias romanescas y sus conmovedores memoriales; es testamento de la problemática historia de esta ciudad portuaria, que quedó atrapada en el fuego cruzado de las batallas más importantes de Normandía. En la actualidad, una próspera población de estudiantes le otorga modernidad, por lo que encontrarás numerosos bares, restaurantes y mercados.

Sobre las aguas claras del mar Adriático, la pequeña Polignano a Mare cuenta con algunas de las playas más hermosas de Apulia. Rodeada de dramáticos acantilados, la playa de Lama Monachile, también conocida como Cala Porte, es una de las más codiciadas, y fotografiadas, de la región.

Una bulliciosa ciudad portuaria en la superficie, la capital urbana de Creta oculta milenios de historia debajo de sus atracciones modernas. En Heraclión, los scooters pasan rápidamente frente a reliquias minoicas y medievales tales como la fortaleza de Koules junto al mar, mientras que las fuentes turcas burbujean a la sombra de edificios departamentales.

Los urbanistas de Staunton, en Virginia, pusieron mucha atención a la hora de conservar el patrimonio de la ciudad, ocultando las líneas eléctricas y antenas de telefonía en los distritos históricos, para que nada eclipsara el encanto de los restaurantes y tiendas locales con vidrieras de estilo Victoriano. Staunton también es sede del museo Frontier Culture Museum, la biblioteca Woodrow Wilson Presidential Library y el centro American Shakespeare Center, cuyo escenario es la única replica en el mundo del Blackfriars Playhouse.

A una hora o dos al sur de Recife, Porto de Galinhas está hecho para el turista al que no le gustan los extremos. Un viajero comenta con entusiasmo: “lo que hace que sea genial es lo que no tiene: no hay un tráfico denso, ni vida nocturna". Explora las piscinas naturales que se forman entre el arrecife, y da de comer a los peces que nadan a tu alrededor; si lo prefieres, puedes montar en un todoterreno hasta la romántica playa de Muro Alto. También puedes saltarte todo esto y dormitar en una hamaca junto al verdoso y cristalino océano Atlántico.

Boone, en Carolina del Norte, que debe su nombre al legendario explorador Daniel Boone, ha sabido retener el espíritu pionero, pese a que se ha convertido en una importante ciudad universitaria, sede de la Appalachian State University. Su entorno es uno de los mejores destinos del país para disfrutar de aventuras al aire libre. Atraviese a pie el puente Mile High Swinging Bridge hasta el pico Linville de Grandfather Mountain, el punto más alto de Blue Ridge Mountains, o coja su bicicleta para dirigirse al bosque Pisgah National Forest, que cuenta con 322 kilómetros de emocionantes senderos.