Bali es una postal viviente, un paraíso de Indonesia que parece ser de fantasía. Disfrutá del sol en una extensión de fina arena blanca o entrá en contacto con las criaturas tropicales al bucear por los arrecifes de coral o los coloridos restos de un barco de la Segunda Guerra Mundial. En la costa, la extravagante selva alberga templos de piedra y traviesos monos. La “capital artística” de Ubud es el lugar perfecto para ver una danza cultural, participar en un taller de batik o de orfebrería, o revitalizar tu mente y tu cuerpo en una clase de yoga.

Sede del Aeropuerto Internacional de Bali, Denpasar es una ciudad que los visitantes generalmente pasan de largo de camino a las playas de Bali. Para aquellos que se quedan, esta ciudad rica en cultura ofrece suntuosos templos y algunos de los platos balineses más auténticos de la isla.

Las playas perfectas para postal de Sanur son realmente idílicas, los sueños de las vacaciones en la playa de Bali hechos realidad. Más relajada que los destinos vacacionales cercanos, Sanur es el tipo de lugar donde van a recargarse los europeos con onda que ya han superado la escena de fiesta. Cada año, los interminables cielos azules se salpican con manchas de colores vibrantes durante el Festival Internacional de Barriletes.

Kuta ofrece las mejores playas de Bali, una extensión de ocho kilómetros de arena limpia que atraen como un imán a surfistas y amantes del sol. Y cuando el sol se esconde, salen los amantes de la noche. La vida nocturna de Kuta es casi frenética, con turistas de todo el mundo que van de los restaurantes a los clubes nocturnos, en un esfuerzo por absorber la experiencia de Kuta como esponjas bien vestidas.

Nusa Dua es un epicentro de alojamientos lujosos, resorts con campos de golf, exquisitas cenas y lugares para distenderse. El surf y el buceo son actividades populares entre los visitantes más activos de este destino playero. Subí los numerosos escalones del Templo Madre de Besakih y, aparte de maravillarte, ¡tonificarás los músculos! Una variedad de spas, galerías y boutiques aguardan para los que prefieren el ocio. En Batubulán podés asistir a actuaciones de danza Barong.

Las playas de arena blanca definen el escenario de un romántico tete à tete en Jimbaran, un pintoresco pueblo pesquero en Bali, Indonesia. Lujosos hoteles se mezclan con los modestos puestos de mariscos en los muelles. Regocijate con suculentos trozos de pescado recién hechos, después paseá por la playa bajo la luz de la luna indonesia antes de dirigirte a tu alojamiento de cinco estrellas para descansar durante la noche... y la mañana siguiente.

Hogar de casi nueve millones de personas e impulsora de una economía que excede a la de Hong Kong y Tailandia, Osaka pisa fuerte. Con fabulosos restaurantes y vida nocturna, la confiada y elegante ciudad es un epicentro del shopping. Es un ideal punto de partida para explorar la región de Kansai; los mencionados patrimonios mundiales de Kioto, el templo de Nara y las escalofriantes tumbas de Koya-san están a 90 minutos en tren. Las atracciones más populares de la ciudad incluyen: el acuario, el Castillo de Osaka, Universal Studios Japan y el futurista Jardín-Observatorio Flotante.

Los santuarios y templos de Kyoto ofrecen un enlace extraño entre la vida moderna de la ciudad japonesa y su pasado muy antiguo. El Santuario Shimogamo, por ejemplo, data del siglo VI y parece suspendido en el tiempo, aún son palpables su serenidad y su poder espiritual. Podés adorar al dios sintoísta del arroz en el santuario Fushimi Inari y luego inclinarte ante las Mil estatuas Armadas Kannon de Sanjūsangen-dō de tamaño natural. Disfrutá de actuaciones tradicionales de geishas y saboreá una comida tranquila en un restaurante con vista al río Kamo.

Practicantes de kite surf, parapente y pesca submarina acuden a La Morne, un pueblecito del suroeste de Mauricio donde sopla mucho el viento. La montaña Le Morne Brabant, un espectacular pico de roca basáltica salpicada de cuevas que antaño cobijaban a esclavos que se habían escapado, domina sobre complejos de lujo y una extensa playa considerada como la mejor de la isla. Súmale una radiante laguna turquesa y unas puestas de sol preciosas, y verás que decir que la ciudad es un "paraíso" esta vez no se trata de un cliché.