Apartado del mundanal ruido pero cercano en su atención a la clientela este paraje ofrece comida y alojamiento a otro ritmo. Reconozco que me despisté, había estado hacía años y dejándome caer por la autovía desde Granada llegué a la Alquería muy justo de tiempo...para volver a la capital nazarí. Pasé un muy mal rato por mi propia culpa, por no haber caído en la cuenta de que a este sitio se va a olvidar el móvil, el reloj, las prisas...
La comida sigue estando francamente buena, sigue notándose el toque casero y los ingredientes de calidad.
Tengo ganas de volver algo más relajado, porque ciertamente el entorno, esos parajes entrañables de la Alpujarra granadina, merece la pena ser visitado a su modo, con el tiempo que te exige.Más