Falta de amabilidad por parte del señor a cargo, te obligan a comer un menú predeterminado por ellos, el cual te cobran si no queres compartir, y ciertos elementos de la vagilla sucios.Más

Volví a Meliquina y no podía no pasar por Como cocina Mamá, la cocina de Lala y Miguel Angel, Anfitriones de primera. El servicio es con reserva previa. Nueva propuesta de menú, poco común para la zona, osado pero vale la pena, porque si uno...elige el paraíso, hay que permitirse deleitarse con un MENU DE PASOS. Algo muy visto en las grandes urbes, pero no tan común por patagonia. 6 pasos, muy bien pensados y balanceados. Para los que amamos comer, es abundante. Se puede compartir el menú con un cargo extra, pero lo vale. VOLVERÉ!!Más

Tienen que ir! un resto ubicado en villa Meliquina un lugar hermoso. el lugar muy bien ambientado súper cómodo. La comida de 10! comimos pastas 100% caseras deliciosas y salmon con puré de coliflor. De postre probamos las cáscaras de pomelo en almibar riquísimas. una...combinación perfecta de sabores autóctonos y muy bien elaborados. Vuelvo sin duda!!Más

Hermoso lugar! Excelente comida, atención y servicio! Sus dueños muy atentos, lo mejor, sin dudas, la calidad de todo el servicio! Súper recomendable!!! Sigan así!

Llegamos de casualidad en nuestro camino hacia San Martín de Los Andes. Nos topamos con un lugar increíble desde la ambientación y la amabilidad de los dueños, hasta la carta de comidas que nos partió la cabeza. Comimos un salmón con puré de coliflor, sorrentinos...con salsa de hongos de pino. Luego dos postres notables que podrán ver en las fotos. Pomelo en almíbar con quesos, y panqueques con frutos rojos. Para destacar y agradecer, el constante interés del dueño x si todo estaba bien. Nos invitaron el café y nos hicieron degustar licores artesanales. Obviamente nos llevamos una botella. Precios acordes al menú. SÚPER RECOMENDABLE!Más

Lo conocimos de casualidad: pasábamos por el camino yendo desde Confluencia hacia la RN40 y vimos carteles del lugar. Seguimos las indicaciones y entramos a un pequeño y manso poblado en el que se encontraba este restaurante. Sin averiguar nada, nos decidimos a entrar. Miguel...Ángel, el dueño (que escapó de Buenos Aires siendo profesional hace un puñado de años), nos dio una cálida bienvenida. La carta es sencilla. Bien armada. Los platos son merecedores de aplausos de pie. En las fotos van a ver la entrada (brusqueta de pera, Roquefort, miel y nuez) y el principal para compartir (milanesas de ojo de bife a la napolitana y al verdeo). Recomiendo que paren a comer acá. Además de pasar un gran momento, le estarán dando una mano a Miguel Ángel y a su familia.Más

Un lugar acogedor, cálido y de buen gusto. El matrimonio es divino. Su atención buenísima. Y la comida es ESPECTACULAR!!