El ambiente de este barrio es decididamente artístico. Aquí se mueven artistas callejeros, estudiantes, pintores, escultores, restauradores, conservadores de museos, historiadores, coleccionistas, herederos y herederas. La colección de Peggy Guggenheim, ahora un museo, atrae a los habitantes chic de la zona para tomarse un aperitivo vespertino. Tanto tradicionalistas como visionarios se envuelven en el lujo bohemio. La basílica de Santa Maria Della Salute apuntala el barrio en el este. Las góndolas se mecen en la luz matutina. El Puente de la Academia cruza el Gran Canal. Una callejuela secundaria hace las veces de campo de baloncesto. Los palacetes son viviendas privadas o universidades, como Ca’ Foscari, o museos, como Ca’ Rezzonico, que atrae a los venecianos con sus conciertos. En Dorsoduro hay también vestigios de sus raíces industriales: hoy estos edificios albergan departamentos universitarios o exposiciones. El Campo Santa Margherita bulle con la energía juvenil de los estudiantes venecianos. Los transeúntes llenan Piazzale Roma y la estación de tren de Santa Lucía. Los que vuelven a casa después de trabajar hacen una pausa para tomar un aperitivo. Los vecinos intercambian confidencias en una plaza (campo) en su camino al mercado.