Lindo lugar en maravillosa noche de fin de verano en terraza alta. Moza con muy pocas ganas de atender público. Demora considerable para la llegada de los platos a la mesa que además, llegaron en etapas. Al solicitar más pan, nos respondieron de mala manera,..."cuando tenga que subir, le traigo". Cuando pedimos los postres, faltaban la mitad de los que se ofrecían en la carta. En síntesis, faltó buena onda, amable atención, personal y postres. No fue una experiencia satisfactoria.Más