Funciona con reserva. Es una casa donde en los cuartos y el patio se sirven las mesas. Cuando fui serían solo 5 mesas (llegando a distintos horarios). El menú consta de 5 entradas, 5 platos principales y 5 postres, y una amplia carta de vinos....(raviol de ciervo:$580, risotto con langostinos: $580) y, a mi gusto, pequeños. Yo ordene raviol, y soy una persona que como súper salado, pero el relleno de este, era imposible de sal.
Hasta ahí todo más o menos como esperaba. El problema fue que nos apuraron. En menos de hora y media ya nos habíamos ido. Uno de los comensales llegó 15 minutos tarde. No nos dejaron esperarlo para ordenar. La moza (dueña junto con su esposo del resto, y nada simpatica) se acercó a la mesa varias veces como malas maneras y la última nos dijo que nos tomaba el pedido y que luego pida la persona que faltaba. Obvio los platos llegaron en distintos momentos y comimos frío por esperar que todos tengamos el nuestro. A penas vieron que terminamos el ultimo bocado, nos sacaron el plato y trajeron la carta para el postre. Y en 3 minutos vino a tomar la orden. Como dijimos que no íbamos a pedir postre, (Porque por cómo nos estaban atendiendo, preferimos ir a otro lado) nos dijo, ok, traigo la cuenta. La verdad que ni en McDonalds comí tan apurada, nunca habían tratado de deshacerse tan rápido de un cliente en un lugar de comida. El lugar era lindo pero nos sentimos incomodas, cómo que esperaban que los cenemos rápido para que entre otra mesa. Cuando entre a Google a ver las referencias (cosa que debería haber hecho antes de ir) leí los comentarios y vi que es una práctica normal para ellos tratar mal al cliente. Solo son bien atendidos los que van siempre y los conocen... es decir, hacer nuevos clientes no está en su plan... tampoco tener respetoMás