Nada dice al ingresar al restaurante, del inmenso espacio interior. Enormes muros de piedra autóctona, enmarcan el sitio. Tres octógonos a diferentes niveles compones los diferentes sectores, una terraza con impresionante vista al Río Grande, su curso y dique. Comida gourmet, de exquisitos y delicados...sabores. Imposible pasar por San Luis sin llegar hasta Draco, fue una sorpresa inesperada.Más