Desde burritos a ciclistas, el barrio aúna las últimas
tendencias de la ciudad y es un imán para la gente
joven, con sus atracciones culturales, sus opulentos
murales callejeros, una comunidad artística
independiente y una gran densidad de bares y cafés.
Aunque abunda la oferta de comida a muy buen precio,
también existen restaurantes de primera que compiten
con los establecimientos del resto de la ciudad para
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atraer a clientela de postín. Disfruta del barrio como
harían sus residentes acercándote a Mission Dolores
Park, cómprate un helado y saborea una de las zonas
más diversas de la ciudad.
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