Desde palacios reales y majestuosos lugares de interés hasta acogedores pubs y teatros íntimos, los encantos de Londres llenan cada rincón de la ciudad, lo que hace que incluso una visita rápida de tres días sea una aventura inolvidable. Para aprovechar al máximo un viaje corto, lo importante es equilibrar los elementos esenciales para los turistas, como la Torre de Londres y la Abadía de Westminster, con tiempo para disfrutar del ambiente de las colonias más fascinantes de la ciudad, como la colorida Notting Hill (no se garantiza que vayas a ver estrellas de cine). y la ingeniosamente moderna Shoreditch (las tiendas vintage sin duda están garantizadas). Dado que Londres es una ciudad para recorrer a pie, este itinerario está diseñado para explorar caminando. Sin embargo, no te pierdas una de mis actividades favoritas de Londres: subir al segundo nivel de un autobús de dos pisos y ver cómo se despliega ante mí.