Tres días no parece mucho, pero en Ámsterdam (una pequeña ciudad fácil de caminar con atracciones agrupadas en el centro de la ciudad) es tiempo suficiente. En un fin de semana largo, puedes probar todas las actividades imperdibles, desde ver obras maestras de Vermeer y Van Gogh hasta tomar cerveza en un “café marrón” y pasear por muchos encantadores canales.