Reservamos este hotel por medio de Expedia, obtuvimos muy buen precio porque no nos interesaba el desayuno incluido. Sólo fuimos por tres días y dos noches. Al llegar nos dieron una habitación que no correspondía a lo que habíamos visto, de hecho estaba muy fea, pedi que me movieran y me dieron una de las recién remodeladas, muy bonitos acabados, camas, baño y todo con una decoración muy elegante y moderna. El problema vino al llegar la noche. Los muros parecen ser de papel, podía escuchar el ruido de las personas en el pasillo, así como el programa de TV que veía el ocupante del cuarto contiguo. Por si fuera poco una noche me llamaron de recepción a eso de las 12 am para preguntarme si había recibido el control de TV (que obviamente yo no pedí), después de eso fue complicado conciliar el sueño de nuevo.
Los colchones y almohadas eran extremadamente duros e incómodos, todos los días despertaba con dolor de espalda.
Definitivamente no regresaré a ese hotel. Moraleja: No todo lo que brilla es oro.