Fue un verdadero placer hospedarme en la Posada, muy buena atención y excelente la comida de Verónica.- Las excursiones las hicimos con un guía proporcionado por la posada, ya que estaban incluidas, quien nos explico todo con detalle.- Habitaciones sencillas, sin televisión, pero no hizo falta, ya que es ideal para desconectarte de todo.- Volvería sin duda!
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La posada está bien ubicada, tiene un lindo jardín y una pileta buena y necesaria para días de mucho calor como nos tocó en septiembre. Las habitaciones son también muy aceptables.
Todo esto se desluce por los destratos de su dueño: contratamos pensión completa. Las comidas, si bien muy ricas y caseras, fueron de porciones muy justas sin poder repetir. La bebida no se podía llevar al comedor pero tenían muy poco para ofrecer. Un día nos dejó varados, con 37 grados de calor, en un lugar de encuentro porque había cambiado de planes sin avisarnos, luego de esto desapareció y no lo vimos más aunque sea para pedirnos disculpas.
Suelo preferir hospedajes atendidos por sus dueños porque en general nos hacen sentir como en casa. Este no fue el caso. Nos cobro y quiso siempre "despacharnos" rápido sin ningún tipo de cortesía en el trato y sin atención a lo que pudiéramos necesitar.
Las habitaciones son muy lindas y limpias, tienen aire acondicionadio aunque no tienen television.
La pileta es espectacular y el resto de las instalaciones tambien es muy lindo.
Las comidas principales se pasan rapidisimo, te sentas y te traen la entrada, donde ven que terminaste ya te traen el plato y donde terminaste de pasar el pancito ya cae el postre. Es todo muy rapido y no dan lugar a sobremesa ya que enseguida te juntan el platito.
No podes llevar tu bebida a la cena, se las tenes que comprar a ellos, y si bien no es muy cara... no tenian casi nada. Ni gaseosa, ni cerveza... muy escaso.
El desayuno ni muy variado ni muy abundante, solo tostadas, bizcochuelo casero, un platito de dulce, una mermelada de naranja y manteca. dos fetas de queso y dos de jamon por persona.
No hay heladera comun para los pasajeros, por lo que es imposible tener cosas frescas para tomar y era importante con los 38 grados.
Hay un solo tele en el comedor pero solo se puede usar en las comidas, unos pasajeros pidieron ver el partido a la tarde y les dijeron que las normas no lo permitian.
El personal es muy atento y atienden muy bien.
No hay wifi en todo el pueblo.
Es una posada hermosa y agradable con gran parque autoctono y habitaciones en dos galerías que rodean una piscina exterior grande que en nuestra estadía estaba lista para ser pintada.
Destaco la atención y predisposición de Martin. El desayuno fue abundante y muy bien presentado. Martin nos derivo a un bar-comedor DESTINO-IBERA a una cuadra de la posada atendido y servido por Lucas y Nahuel, platos caseros
Posada sencilla, limpia, riquísima comida. Muy agradable. Incluye comidas y excursiones.Te organizan todo. Áreas comunes muy cómodas con galerías, pileta y hamacas paraguayas. Buena atención. Sólo mejoraría los colchones.
Quede enamorada del lugar, la posada es muy bella, rodeada de pura naturaleza!
Su gente es cálida y amable, Carlos, el dueño siempre atento preguntando si estaba todo bien. La comida rica y variada, las habitaciones amplias , lindas y luminosas. Sin duda recomiendo este lugar tanto como para amigxs, parejas y familias.
