Pasamos tres noches en esta lindísima posada, definitivamente la más linda de las que pudimos ver en los alrededores del pueblo!! La atención fue magnífica, la comida excepcional, todo casero y de una calidad óptima, incluso el menú vegetariano, pensado con esmero y voluntad! El hotel es lindísimo con un parque con una arboleda fantástica, puesto con buen gusto y calidez. Hogar a leña encendido todo el tiempo, tanto que costaba levantarse del cómodo sillón frente a él.
Lo único que creemos que es mejorable para convertir el establecimiento en excelente es el baño, que era pequeño en relación al resto de la habitación, le falta espacio donde poner apoyar las cosas y que podría beneficiarse de una refacción y el agua caliente que nos falló en dos oportunidades, aunque con rápido intento de solución de parte del personal. Destacamos especialmente a las dos personas que nos acompañaron en las excursiones, Martín y Darío, por su buena predisposición, gran motivación y esmero en que la pasemos bien. Muchas gracias a todos!