La Posada de la Laguna es un lugar mágico ubicado al pie de la Laguna Iberá, lo que la hace un lugar de acceso al parque como pocos. Se trata de una típica construcción colonial con paredes bolseadas, cerámicos rojos, ventanas y puertas con celosías de madera. Cuenta con una zona de habitaciones y un espacio común donde los leños del hogar te invitan a adormilarte en los mullidos sillones de la sala. Sala que es living pero a la vez comedor y zona de estar.
La comida es de nivel superior ya que, Sonia, la cocinera, e imprime un toque de sabores particulares. Los desayunos y meriendas son vastos.
Las excursiones te sumergen en la flora y la fauna del lugar, dentro de la laguna, o fuera de ella, en el parque provincial. La vista desde la lancha es magnífica, la laguna brilla y miles de reptiles, mamíferos y aves despliegan su belleza. Roque, quien te guía y te cuenta, no deja de sorprenderte con su sabiduría.
Atrás, casi en silencio, Tati, Alejandra y Josefina, se desviven por atenderte. Ni hablar de la encargada Gabriela que todo lo tiene al detalle.