El lugar es antiguo, le falta muchísima Mantención, estuvimos en el hotel y las habitaciones eran cómodas, las duchas con un poco de moho.
La comida era simple, no tenía mal sabor pero era poco variada.
Rescato por sobretodo la amabilidad del personal, muy dispuestos al servicio y ayudar en todo lo necesario y que está en su alcance. Los monitores hacían mucho con lo poco que tenían disponible.
Claramente el deterioro es de bastante años acumulados, las tinajas destruidas, las piscinas con mala Mantención, no había mucho personal, por lo cual es aseo en las áreas comunes era bastante precario. Protocolo COVID, muy básico con suerte un poco de alcohol gel y separaciones para el buffet con una cortina plástica. Los juegos de los niños no se han mantenido, es evidente desde nuestra última visita en el 2018.