Me hospedé con mi madre (una adulta mayor) y una sobrina adolescente una noche, cuando llegamos, el guarda nos dice que podemos parquear directo y entrar por atrás para hacer nuestro check in, al intentar entrar no pudimos acceder (entendiendo que aún no teníamos nuestra llave, y le hicimos saber llamando la atención de 2 personas del hotel que pasaban y nos ignoraron por completo, tuvimos que caminar con una adulta mayor y cargando maletas, y lo que más nos molestó fue que al hacer saber nuestro descontento con la recepcionista, ni siquiera una disculpa nos ofreció, Simplemente hizo el registro y nos entregó las llaves de manera un tanto grosera, sin indicarnos nada (piso, ascensores, nada), luego en la habitación no tenían suficientes toallas para 3 personas, pues solo había para 2, además una de las toallas tenía cabellos largos de otro huésped.
El lugar es aceptable y en el restaurante todo fue genial, pero la falta de cortesía y poco profesionalismo para atender una molestia nos amargo la estancia.