Un espacio amplio, cálido y acogedor. Desde el primer momento en que ingresás el dueño, Mariano, está pendiente de cada detalle. Hay diferentes sectores para disfrutar de la hospitalidad del predio: juegos para niños en madera, sector amplio con reposeras y espacios más íntimos para refugiarte del sol y tomar algo. Una pileta impecable. Cada ambiente al aire libre tiene una hermosa vegetación y pájaros.
Las cabañas y parrillas impecables y cualquier cosa que necesites siempre están disponibles.
Las noches son increíbles. Desde el deck o en las reposeras ver las estrellas te curan el alma.
En resumen. Si buscás un lugar en el mundo donde te vuelvas a reencontrar con la libertad y el encantamiento del Valle de Punilla se los recomiendo.Más