Hemos pasado una semana en el alojamiento. Tiene unas muy buenas habitaciones junto a la excelente piscina, a la que le falta algo más de sombra para soportar el intenso sol o habilitar como jardín la zona de frutales de alrededor para aprovechar su sombra.
El desayuno y la cena muy buenos. Quizás se eche a faltar una posibilidad de bar para tomar algo entre horas, pero es otro concepto de alojamiento. Eso sí, perfecto para descansar.
Es un placer pasear por los viñedos, pero le falta una posibilidad de paseo más allá de la finca, pues a pesar de que Rutigliano se encuentra a apenas 1 Km es imposible visitarla caminando, pues sólo hay una carretera con intenso tráfico y sin arcén. Eché en falta un sendero por el que poder caminar más allá de la finca.
Sin embargo, está bien comunicada, a apenas 30 minutos de Bari, a 20 minutos del Adriático y a una hora de Taranto y las playas del Jónico; si arreglan las carreteras, los tiempos se acortarán aún más.