La experiencia que tuvimos en Mar y Selva Ecolodge estuvo por debajo de nuestras expectativas. En toda nuestra estadía no pudimos ver a la Sra. Marta quien había confirmado nuestra reserva en la habitación 3. Fuimos recibidos y atendidos, en cambio, por una persona que prácticamente no hablaba español (luego supimos que se trataba del chef quien, debo agregar, nos trató muy amablemente en todo momento y colaboró en todo con nosotros dentro de las limitaciones de comunicación). Cuando llegamos, la habitación 3 estaba ocupada, razón por la cual nos asignaron la número 2 que, a diferencia de la 3, no tenía TV. Ante nuestro reclamo, nos asignaron la habitación 1 que afortunadamente estaba libre y sí tenía TV aunque una vista no tan agradable desde el balcón.
Nos encontramos con varios insectos, aunque eso es esperable en un albergue de tipo ecológico asentado en la selva.
El agua en la ducha era claramente insuficiente. Supuestamente esto obedece a una estrategia para limitar el consumo de agua, pero para lograr enjuagarse era necesario estar bastante tiempo debajo de la "llovizna" que caía. Considerando que la canilla del lavabo no tenía este mismo tipo de "rocío", tal vez la estrategia no sea la adecuada.
El camino hasta el hotel, además de ser realmente empinado (lo cual ya sabíamos), está en bastante malas condiciones. No imagino lo difícil que debe ser llegar en la temporada lluviosa.
El restaurante sirve fundamentalmente comida étnica...La experiencia que tuvimos en Mar y Selva Ecolodge estuvo por debajo de nuestras expectativas. En toda nuestra estadía no pudimos ver a la Sra. Marta quien había confirmado nuestra reserva en la habitación 3. Fuimos recibidos y atendidos, en cambio, por una persona que prácticamente no hablaba español (luego supimos que se trataba del chef quien, debo agregar, nos trató muy amablemente en todo momento y colaboró en todo con nosotros dentro de las limitaciones de comunicación). Cuando llegamos, la habitación 3 estaba ocupada, razón por la cual nos asignaron la número 2 que, a diferencia de la 3, no tenía TV. Ante nuestro reclamo, nos asignaron la habitación 1 que afortunadamente estaba libre y sí tenía TV aunque una vista no tan agradable desde el balcón.
Nos encontramos con varios insectos, aunque eso es esperable en un albergue de tipo ecológico asentado en la selva.
El agua en la ducha era claramente insuficiente. Supuestamente esto obedece a una estrategia para limitar el consumo de agua, pero para lograr enjuagarse era necesario estar bastante tiempo debajo de la "llovizna" que caía. Considerando que la canilla del lavabo no tenía este mismo tipo de "rocío", tal vez la estrategia no sea la adecuada.
El camino hasta el hotel, además de ser realmente empinado (lo cual ya sabíamos), está en bastante malas condiciones. No imagino lo difícil que debe ser llegar en la temporada lluviosa.
El restaurante sirve fundamentalmente comida étnica (zona India) y resultó demasiado condimentada para nuestro gusto. Como el hotel está alejado de todo otro restaurante y está expresamente prohibido preparar comida en los cuartos, las opciones alternativas son, en la práctica, nulas. Especialmente para cenar, ya que implicaría conducir por el difícil camino de acceso de noche.
El cuarto era amplio y estaba en buenas condiciones de limpieza, pero el futón que se utiliza cuando son más de dos huéspedes era bastante incómodo.
Como puntos a favor, debo decir que la piscina es grande y el entorno es muy agradable, así como la vista desde la zona del restaurante.Más
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