Estuvimos hospedados en el mes de enero, no iba a hacer reseña, porque de este hotel no se puede decir mucho, ES PERFECTO.
En resumen:
Reservaciones: magnifica atención de Felix, no solo se interesó en hacer la reserva, sino en explicarme todo sobre el hotel.
El check inn fue super rápido, a diferencia de la mayoría de hoteles, no te ofrecen ninguna bebida para la entrada.
Las habitaciones son una maravilla, es la típica hacienda colonial, pero modernizada al día de hoy, le doy un 10. Las amenidades son las mejores que he visto.
Es un detallazo que un hotel tenga una heladería propia, muy buen servicio.
Los restaurantes a la carta son una maravilla, fuimos al Sabanero y al Tamarine, excelente servicio al cliente y excelente comida.
El restaurante azul y el restaurante de la piscina son magníficos, un menú a la carta de deleite para disfrutar la piscina.
Finalmente los licores, de calidad, tanto ellos propiamente, como los licores.
No quería hacer menciones, porque no se me todos los nombres, el servicio al cliente de todo el personal es excelente, pero especial mención para Kevin y Joseph, excelentes bartenders.
Volvería, sin pensarlo mucho, cuando haya plata, porque si es algo caro, pero fue una grata experiencia.