Fuimos una mañana lluviosa y nos tomamos 2 descafeinados con leche en la barra pues el local estaba lleno a rebosar. Muchos trabajadores almorzando.. Preguntamos si tenían mesa para comer y nos dijeron que estaban completos.2 horas más tarde fuimos a tomarnos unas cañas. entonces ya no había casi nadie. para cuando acabamos las cervezas ya estaba de nuevo lleno. Los precios normalitos, el servicio en vez de ser amable más bien iba algo sobrado.
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