Ubicado cerca de la plaza de España, muy cómodo y silencioso. Se aparca bastante bien en la plaza de la Fontanilla, justo al lado.
Hay que avisar unos 15 minutos antes de la llegada, para que el propietario se acerque a abrir, porque no vive allí. Luego ya te dan una llave de la puerta exterior y haces tu vida.
Nuestra habitación, la nº 3, espaciosa, cómoda y con una decoración muy agradable en estilo rústico. la cama a mi me pareció muy bien, a mi mujer demasiado dura, es cosa de gustos.
Baño muy amplio, muy limpio y buena calidad de las toallas. Con ventana directa al exterior. El agua caliente tarda un pelín en llegar, pero luego bien.
Lo que no llega a la habitación es el wifi, parece que tienen problemas con el espesor de las paredes del edificio.
Hay un saloncito muy agradable para leer o trabajar un rato, aunque tampoco llega el wifi. Con el pincho de Vodafone mío sin problemas para conectar a internet.
El desayuno es lo mas flojo de la estancia no por la calidad, sino por la variedad. Tostadas con tomate y aceite y diversos pates en latitas o jamón de york y queso de lonchas. Si no, galletas María y bollería industrial. Zumos y café (este bueno). Buen pan y buen aceite, pero muy pocas alternativas.
El propietario da buenos consejos donde picar algo para cenar en la plaza principal.
Es una muy buena opción en Fregenal. Repetiría si se da la ocasión. Eso sí, oímos que hay alguna habitación que no tiene ventanas y la clienta se quejaba de claustrofobia. Lo entiendo. Habría que asegurarse de que no te toca al hacer la reserva.