El marco en el que Bosko se ubica es hermoso. Tiene muy buen gusto y son atentos a los detalles (desde que ingresas ya te están ofreciendo una experiencia de bienestar). Su personal fue muy amable, especialmente Viviana (quien nos recibió y ayudó a ubicar).
Los amenities son de muy buena calidad y la comida es bastante agradable (varias opciones que incluyen platos veganos). Te ofrecen room service y algunas actividades sin costo previa reserva (kayak, paddle board, fogata y sky pools). Si la preocupación es el clima, los domos tienen aire acondicionado, camas con sistema de calefacción y ducha al aire libre con agua caliente.
Hay algunas restricciones para garantizar el descanso y la privacidad como usar amplificadores de sonido, fumar dentro de la habitación y volar drones en un horario distinto al destinado (de 11:30 a 12:30).
Sobre los comentarios que surgen en torno al balance de costo-beneficio, en Bosko se paga por una experiencia asociada a la exclusividad, dos elementos que en es esquema tradicional de hotelería no son muy usuales. No en vano su nivel de ocupación se mantiene alto constantemente. Hay que tener claro que es una experiencia de lujo.
El único inconveniente que identifiqué podría ser el desplazamiento al interior del glamping y la adecuación de algunos espacios para las personas con movilidad reducida.Más
- Wi-Fi gratis
- Restaurante
- Servicio a la habitación