En Bosko pude vivir la mejor experiencia. Cuando llegas te enamoras del lugar, un lugar magico donde cada detalle de la naturaleza crea un paraiso natural ideal, mejor del que ya esperábamos.
Como si con eso necesitaras más el personal te hace sentir que eres tú y solo tú el que importa, un servicio profesional, que te desconecta de todo a tu alrededor y hace que no tengas preocupación alguna.
Su estrella son los espectaculares mush-rooms que brindan comfort y tranquilidad con ese toque boutique.
Sin olvidarnos de esos espacios que disfrutamos que hacían que jamás quisiéramos irnos: los skypool con zona para asolearse, el kayak para disfritar de lugares aun mas hermosos, y el tour privado en lancha.
Definitivamente volveremos!Más
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