Por donde empezar, primero al llegar la atención en el lobby fue perversa por parte del personal encargado de esta área, segundo después de mucho discutir por las Habitaciones que nos habían asignado, pues no estaban acorde a la tarifa que se paga en dicho hotel, llegamos y las toallas estaban sucias, la ducha no servía, no estaba la cama que habíamos pedido demás en fin una acumulación de errores. Para no hacer esto más largo en la fiesta de fin de año dejan entrar a cualquiera aún sin estar hospedado en el hotel, gracias a esto unas personas de dudosa procedencia entraron, con tan mala suerte que empujaron a mi mamá una, persona de edad que debido a eso tuvo fractura de dos costillas, en este caso no había ninguna medida de seguridad por parte del hotel que garantizará la integridad física de los huéspedes, y al día de hoy después de un par de llamadas de un trabajador de rango medio nadie respondió ni se preocupó. El cuento aquí es que esto pudo trascender a peores cosas pues es bien sabido según los mismos empleados del hotel que dichas personas son delincuentes conocidos en la zona y ante esto fue la gracia de Dios la que no permitió que nada más grave pasará. Con respecto al pueblo me quedan mis dudas como es que un lugar tan turístico un 31 de diciembre no tiene sino una enfermera y un médico general para atender a más de 20.000 personas que disfrutaban de las fiestas de fin de año, si mi mamá hubiera tenido algo peor literalmente se hubiera tenido que morir pues no había los medios necesario para salvarle la vida a nadie.

Deliciosa la comida, las personas del servicio muy atentas y dispuestas a colaborar. Cualquier tiempo es corto para estar en este hotel, se te pasa el tiempo volando, las habitaciones perfectas, limpias, huelen rico, la cama la mejor del mundo.