La finca se encuentra en muy buena ubicación,si bien esta sobre la ruta, la misma está muy accesible a la ciudad de Malargüe. La finca tiene mucho espacio para disfrutar al aire libre con niños sobre todo. Las cabañas son cómodas y están calentitas para esta temporada del año, ademas a pocos metros hay una rotiseria para ir a pedir comida. Y las cabañas están bien equipadas para comer y cuenta con un lugar para hacer asados. El dueño se llama Pablo quien es muy amable y muy buen anfitrión. Nos supo dar ideas para ir a visitar la ciudad.