Pues una experiencia increíble, el Resort está en un sitio inmejorable al lado de una playa de película, arena blanca y aguas cristalinas, una auténtica pasada. Las instalaciones son fantásticas, muy respetuosas con el entorno y la flora y fauna local. Es muy divertido comer en el restaurante que está al lado de la piscina disfrutando de la compañía de aves pintorescas...y con esos árboles y plantas perfectamente cuidadas. El personal es muy amable y profesional. La comida muy variada y de calidad. Sin duda para recomendar y si se puede... repetir.