Nos alojamos 4 noches con régimen de media pensión. La habitación (nos asignaron la numero 32) es espaciosa, y de nuestra cama veíamos el mar. Tiene un balcón privado a la entrada, desde donde disfrutábamos una privilegiada vista del mar, con dos reposteras y un lugar donde secar la ropa de playa, muy necesario, cómodo y apropiado. El baño, separado inodoro y bidet, de tocador, ducha y bañera. Excelente y variado desayuno. Cenas encantadoras, a partir de las 19 y hasta las 21:30, que se sirven en el Restaurant, con piso de arena y al borde del mar. Hay mesas también ubicadas al lado del Restaurant, debajo de las palmeras, directamente sobre la playa (se pueden reservar 15 minutos antes de las 19 hs). Cenas temáticas y comida muy variada. El viernes a la noche tuvimos show de música en vivo y baile criollo (creole), muy entretenido...no hubo quien se quedara sentado en su mesa, ya que los bailarines, con mucho tacto y buen humor, no dejaron que nadie quedara fuera del baile. La política del hotel busca un ambiente relajado, por lo que a poco de llegar naturalmente abandonamos los zapatos, para andar descalzo todo el día, incluso al cenar. La playa del hotel es increíble (y eso que recorrimos unas cuantas de la isla), tanto por el color y temperatura del agua, la tranquilidad (gracias a la barrera de arrecife que tiene en el frente), la vegetación, las cómodas poltronas con colchones que disponen a lo largo de todo el frente marítimo. El personal del hotel conjuga perfectamente atención, calidez y profesionalismo. La limpieza es para destacar, tanto en la habitación, como en las áreas de desayuno y Restaurant, así como alrededor de la piscina y sector de playa. Tiene una piscina dividida en dos sectores, por la profundidad, ideal para las familias con niños. Para movilizarse por la isla, lo mejor (si no se quiere gastar fortunas en taxi) el bus tiene parada frente al hotel, en uno y otro sentido del recorrido, tanto para ir a Anse Lazio como hacía El Valle de Mai, y cuesta solo 7 rupias por persona (0,50 centavos de dólar americano) cualquiera de los recorridos, sin importar la duración del trayecto. Por el contrario, por ejemplo, cuesta 250 rupias en taxi para ir del hotel al valle de Mai (recorrido de no más de 15 minutos). Todos los días en la habitación dejan 2 botellas de agua mineral sin costo alguno. Toallas de playa a disposición de los huéspedes, que dan en cantidad y cambian regularmente. En suma...el lugar para unas vacaciones relajadas y perfectas en el paraíso.