El hotel es relativamente pequeño con las habitaciones alrededor de la piscina y entre jardines y fuentes. La tranquilidad es casi completa, buffet muy bueno y el servicio excelente.
Resalto el exquisito gusto en la decoración. El hotel no está pegado a la playa, pero la tienes a un paseo de un par de minutos; no supone ningún problema.
Limpieza de las habitaciones impecable. La zona de playa donde está el hotel además es perfecta, con muy poca gente. Una sugerencia de algo que se podría renovar, son las reposeras de la playa, pero seria un detalle mínimo, entre tantas cosas recomendables del hotel.
A esto se le une la calidad del recurso humano que trabaja allí, la simpatía, amabilidad de todo el personal es para destacar; me es imposible recordar el nombre de todos, solo una mención especial a Jeanine por su calidad humana. Y que decir de la amabilidad del Sr. Roberto!!! estaba todo el tiempo dialogando con los turistas, escuchando sus inquietudes y tratando de satisfacerlas a todas!! Ojala podamos repetir este destino y obviamente volveríamos a este hotel, SIN DUDARLO!!.