El hotel es de 10, muy especial. El personal es fantástico, muy amables, siempre con una sonrisa y con vocación de ayudar. Nosotros no tenemos niños pero tanto la atención del personal con ellos como el club de niños y las actividades nos parecieron un lujo. El restaurante Diva es genial, el buffet es el mejor que he visto nunca y no me suelen gustar ese tipo de servicios. Hasta 30 variedades de quesos del mundo a escoger. La decoración es espectacular. La integración del hotel en las rocas de granito genial. La piscina intenta ser lo mas sostenible posible hasta con llaves de madera. La playa que está cerca del hotel, Anse Georgette, es de las más bonitas que he visto en mi vida. En definitiva, tras nuestro viaje a Maldivas el año pasado llegamos con dudas de que nos fuese a gustar tanto Seychelles y el equipo de Constance Lemuria empezando por el Sr. Le Gac han hecho que nos enamorásemos de Praslin. Absolutamente recomendable.