Histórico y bien conservado. Habitación super amplia. Todo impecable. Decoración soñada. Buenas camas. El restaurante muy bueno. Y bien atendido. Precios lógicos.
El desayuno muy bueno y con opción para celíacos muy rica.
Ojalá volvamos otra vez.. nos encantó.
Es lo primero que se me ocurre al intentar describir éste hotel situado en el medio de la nada misma. Llegamos a él por casualidad, un desperfecto automotor en el ripio de Cachi a Cafayate. No imaginamos que el pequeño y humilde Molinos tuviera hotel. Bueno, les cuento que tiene un hotel extraordinario, Hacienda de Molinos. Antiquísima construcción muy bien conservada, atención esmerada, cocina casera de gran nivel. Gran descanso. Muy recomendable
Este hotel propone un viaje al pasado con todo el confort adecuado a los tiempos actuales. Sobre una antigua construcción han logrado un espacio para disfrutar, priorizando el silencio, sin tv y con un servicio de excelencia.
El personal es súper calificado, se les agradece por su buena predisposición y gran dedicación.
Desayunos increíbles en un patio externo hacen que uno inicie el día feliz, ni que hablar del restaurante, supercalificado, una génerosa carta y precios acordé con la buena comida.
Volvería sin dudarlo.
Un hotel para el disfrute con todos los sentidos. Con la amabilidad de su gente, la riqueza de su patrimonio cultural y natural y el maravilloso paisaje de los valles calchaquíes, Molinos es una joya, y el hotel Hacienda de Molinos es parte fundamental del lugar. Para llegar y quedarse!
Alojarse en esa casona llena de historia es TODO! Nos alojamos en una habitación standard porque es lo que quedaba disponible y altamente recomendable. El desayuno correcto. La gente súper súper amable! Cenamos en el lugar, muy buena cocina! Pero me quedo con el inmueble y el entorno SOÑADO.
