En camino Cachi- Cafayate se encuentra este pueblo bien tranquilo que ofrece poco al turista (menos pintoresco que Cachi o Seclantas) salvo este lindísimo hotel.
Como éramos tres personas tuvieron la deferencia de agregar una cama extra a la habitación.
La noche era fría y cuenta con una estufa de tiro balanceado. En el comedor prendieron un fuego en la chimenea y la cena fue estupenda en esa estancia, con un ambiente muy especial.
El hotel cuenta con un par de patios centrales de tipo colonial con mucho encanto.
Todo el personal fue muy cordial y se nota que el hotel es una fuente de ingresos importante en el pueblo y vale la pena llegarse hasta allá para salir del ruido y estar tranquilo.