Fuimos con una amiga a pasar el fin de semana, llegamos el viernes a la tarde y nos gustó mucho el lugar. La habitación era muy amplia con balcón y un baño enorme. Las habitaciones son todas en 1er piso y está el deck con la pileta y el jacuzzi, además del sauna y la sala de masajes. Si bien la pileta no se uso porque no es climatizada, usamos el sauna y el servicio de spa. Tienen un restaurante que no usamos.. así que no puedo opinar. El desayuno que elegimos fue salado y estaba muy bueno. Mi única sugerencia sería, que ya que cuentan con restaurante en el hotel, podrían tener un servicio de cafetería, ya que después de cerrado el resto o entre el mediodía y la noche (que está cerrado) no podés tomar un café o algo caliente, excepto que salgas a algún bar. Solo eso.. y el día que climáticen la pileta ya sería perfecto jajaja. Muchas gracias por la atención de las recepcionistas..son divinas y en el restaurante a la hora del desayuno también.

Pasamos 1 noche en pareja. Me llamo la atención que no hubiera dentro de la habitación ningún interruptor o panel de control de temperatura.
Por otro lado el baño contaba con una enorme bañera pero lamentablemente tenía un estante similar vidrio que estaba muy mal ubicado. Las veces que nos bañamos nos golpeamos con la misma. Es un pequeño detalle pero que provoca golpes en la cabeza que duelen .
Con solo quitarlo sería suficiente.
La atención excelente. El desayuno abundante y casera la planificación. Volvería

Es un edificio antiguo reconvertido en hotel. La habitación es muy amplia, con excelente calefacción. La atención de todo el personal, es muy buena, todos muy amables. La pileta y el hidromasaje, están al descubierto, así que no lo usamos. Optamos por el servicio de media pensión, lo cual fue un acierto, por la comodidad de cenar en el hotel y el menú es bueno, lo mismo que el desayuno. Muy buena relación precio-calidad, Y ademas, se encuentra en pleno centro.