Muy cera de San José, pero un lugar que dan ganas de seguir visitando. Lo bueno: Playa blanca, el área de la piscina, la amabilidad de todo el personal, la reserva en la que están ubicadas las instalaciones, las habitaciones (Selvamar) sencillas pero limpias y bien cuidadas. La comida es tipo bufet es rica pero muy poca variedad, parece un restaurante típico. Lo malo: Le falta un retoque a las instalaciones ya que hay algunas zonas que se perciben deterioradas, colores aburridos y que necesitan actualización, la dinámica de la recepción es lenta y confusa.