He pasado uno de los mejores fines de semana que recuerdo. El desayuno variado con embutidos de la tierra, tortilla casera preparada al momento, pan rústico y bebidas variadas. Las habitaciones muy limpias, las camas muy cómodas y con temperatura muy agradable (en el exterior hacía mucho frío). El menú sorpresa que nos preparó Álvaro fue simplemente espectacular, ingredientes locales bien combinados y cocinados delante nuestra, además nos explicó detalladamente que tenía cada plato. Montse nos recomendó dos restaurantes y actividades que podíamos realizar durante nuestra estancia (Los jardines Artigas de Gaudí están a unos minutos a pie). Recomiendo a todo el mundo disfrutar del Castell, yo repetiré sin duda. Muchas gracias por vuestra hospitalidad.
Nos ha encantado la experiencia y la calidad de la acogida. El lugar es espléndido, muy cuidado y con una atención cálida, respetuosa, diligente y cercana. El menú, en su doble concepto de innovación/originalidad con productos de la zona y calidad de elaboración es una maravilla. Un lugar donde volver, volver i volver!!. Es un placer ser atendidos por sus propietarios y escuchar sus comentarios detallados sobre el vino, la cocina, los productos, los trucos... una maravilla, que amplía tu sonrisa de oreja a oreja.
Reservamos el menú sorpresa para 4 y no pudo ser una mejor experiencia. Álvaro es un gran cocinero que prepara los platos al momento delante de los comensales en la cocina abierta del Castell. La mayoría de los platos son elaborados con productos de la región y de temporada. La comida IMPRESIONANTE. Aun siendo un menú que no conocimos hasta que nos lo servían, nos costó decidir qué plato nos gustó más. Buenos vinos disponibles también. Una experiencia totalmente recomendable en un espacio muy acogedor. La próxima vez nos quedaremos a dormir, porque tanto Montse como Álvaro nos hicieron sentir en casa.
Hemos ido hoy para comer en familia, seis personas.
No tienen carta, sino que elaboran un menú sorpresa de degustación. Hay que reservar con tiempo.
Se trata de un hotel pequeño con jacuzzi y sauna. Edificio de piedra restaurado muy bonito y acogedor. Cocina abierta a la única mesa que tienen con capacidad para unas 16 personas aproximadamente.
Aparte tienen sala de estar grande con amplios sofás, mesa, y televisión.
Menú ha constado de: como entrante buñuelos de lechuga con salsa romesco y una especie de paté con carne de liebre (muy bueno) con mini panes tipo pita.
Un puré parmentier con diversos tipos de setas y huevo cocinado a 65 grados durante 30 minutos, muy rico.
Sémola de trigo en forma de pepitas de melón cocinado como si fuera tipo rissotto pero con tinta( queda de color negro) con trocitos de calamar a la plancha y mayonesa, sabroso, sobretodo calamar que estaba hecho en su punto.
Carne de vaca de la región cocinada a fuego lento muy melosa con salsa española acompañada de patatas pequeñas.
De postre, una cama de una especie de crema catalana con cacahuetes con mini bizcocho de chocolate belga con helado de chocolate (muy bueno), bombón de regaliz (suave y fresco en boca), y crujiente de torta.
En cuanto a la bebida, hemos tomado vino blanco y negro, de los cuales Álvaro nos ha ofrecido varios y nos ha informado de las características de cada uno de ellos para poder escoger el que más nos apeteciera. Nos ha encantado su explicación.
Hemos tomado café y un café con leche.
Precio: unos 40€/persona aproximadamente.
Muy amables él y su mujer quienes llevan el restaurante y hotel.
Lo recomendamos!!
Verdaderamente sorprende encontrar lugares como El Castell de La Pobla de Lillet, por la ubicación, la estancia, la comodidad, la tranquilidad y sobre todo por el trato recibido por Montse y Alvaro. Atentos en todo momento de lo que podiamos necesitar o información sobre los alrededores. Que decir de la gran sorpresa que Alvaro es un Xef de 10. Con unos grandes conocimientos culinarios, te preparan un menu degustación que no tiene nada que envidiar a grandes restaurants de BCN. Con productos de proximidad, confecciona unos platos impresionantes, dando explicaciones de todo. Ofrecen diferentes servicios a los clientes, desde el menu degustación, consejos sobre buenos "caldos", Servicio de SPA, que esta muy chulo, posibilidad de hacer una Sauna y sudar un rato, despues una buena ducha y acabar con un impresionante Jacuzzi privado. brutal. En resumen ha sido una estancia de 12 sobre 10. un lujazo, que sean las 9 de la mañana, estar en la cama y tan solo escuchar el silencio, Sin duda volveremos, por que esta pareja tan encantadora se lo merece. NOTA: yo si que encontré utiles de aseo en el baño, albornoz si contratais SPA, zapatilla para el Spa, etc. Animaros a ir ¡¡¡¡¡¡¡¡